¿Cuándo fue la primera vez que estuve en contacto con las cartas?
Recuerdo a un primo mio, Raúl es su nombre. Yo tenía unos 6, 7 años y él 18, 20. Trabajaba en una fábrica de obrero, y en casa lo teníamos rentando una habitación, la de arriba. Tenía una baraja, la conocida como "Española". Naipes de la marca "El Gallo".
Mi primo jugaba al póker, y a algo llamado "conquián". Sí recuerdo que me lo haya explicado, mas no viven las reglas en mi memoria. Creo que las primeras cartas de mi propiedad fueron un mazo pequeño, de juguete, de no más de 8x6 cm. Jugaba cpn mis hermanos un póker rudimentario. Sólo atendíamos al póker, las terciar, los pares y a los números: as, rey, caballo, sota, y los números del 7 al 2.
Entonces llegó la magia, el ilusionismo a mi existencia. Tuve contacto con la baraja francesa, la de diamantes, corazones, picas y tréboles. Me encantaba hacer el truco de adivinar la carta escondida dentro de un sobre, truco sencillo aunque vistoso, que aún recuerdo. Por lo regular, la hacía utilizando el 2 de diamantes (dos de Oros).
Pasó mucho tiempo sin estar en contacto con ellas, aunque siempre me fascinaban. En "el Gallo de Oro" (Roberto Gavaldón. México, 1964. Guión de Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez), tiene una escena memorable. La Caponera (Lucha Villa), amuleto de la buena fortuna de Lorenzo Benavides(Narciso Busquets), le reclama tenerla encerrada en una hacienda, al grado de abandonarla. Lorenzo regresa a la sala de juego después de la terrible discusión, y les comenta a los tahures que se le ha terminado el dinero, aunque le restan escrituras y demás títulos de propiedad.
- Esculapio: A mi el dinero no me sirve, Lorenzo. Yo no he venido nada más por papeles y bilimbiques.
- Lorenzo: Sí. Ya sé. La Hacienda de Santa Getrudis.
- Esculapio: Pero con perdón de los señores, eso lo encaramos tú y yo.
- Lorenzo: Primero les ruego me disculpen un momento (Lorenzo pretende salir por La Caponera).
- Esculapio: lo siento, Lorenzo. Para mirones, sobran (Se lleva la mano a la cintura, donde está una pistola)
- Tahur: Usted no se mueve de aquí, don Lorenzo. Ya sabe las reglas de la casa. ¡Va la revancha! (Le arroja un mazo a Lorenzo, quien lo atrapaa en el aire. Respira profundo, y dice)
- Lorenzo: sale. Y para acabar pronto, a carta mayor.Tú como agraviado, eres mano.
Lorenzo extiende el mazo delante de la mesa. Esculapio lo mira, sorprendido por la decisión.
- Lorenzo: ¡Jala!
- Esculapio: Jálala tú, Reglita (su hermana) con tu manita inocente.
Regla jala una carta, un tres de Oros. Se miran ella y Esculapio. Lorenzo Benavides elige una carta, la mira, y arroja sonoras carcajadas. La muestra a la mesa: un dos de Bastos.
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