El Tarot de Jean Noblet (www.letarot.com) habla acerca de ese ya histórico personaje.
Definitivamente, habrá un antes y un después de esta decisión, nunca antes vista. El personaje en la cima del Arcano X (La rove de eortvne) ha dejado el trono papal, y desciende por la rueda de los tiempos. Reino, reiné, reinaré. Viste un traje gris, tal y como fue el reinado de Ratzinger comparado con su antecesor. En el arcano XI (Force), la corona ha sido cercenada a la mitad. El poder ha sido mermado, habrá que luchar con la mirada puesta en el futuro, alejando la mirada de las pulsiones que hoy abundan por la Iglesia (corrupción, pederastia) y adentro de sí mismo. El personaje mira más hacia la siguiente carta y no necesariamente al león, aunque lo confronta, trata de dominarlo. Su semblante es de preocupación ya que no sabe si finalmente vencerá. Se advierte una pierna enfundada en un mallón rojo que bien puede ser el símbolo de utilizar todo cuando esté al alcance para salir del trance. El arcano XIX, LeSoleil, muestra al personaje despojado de sus vestiduras externas, va dejando poco a poco la grisura; tampoco carga el peso de la corona: su cabeza va descubierta. Su cabello color carne, nos habla de que ha dejado de pensarse un iluminado, y se percata de no ser más que un humano. Se le advierte ligero, con la pierna izquierda desnuda, misma que ha dado el primer paso, siendo recibido amablemente por el personaje de la derecha: sean como niños para poder ingresar al reino de los cielos. Desnuda del torso, esa mujer lo recibe cálidamente.
Le irá bien a Benedicto, antes de pasar por el infierno de las dudas. Una fe inquebrantable, lo llevará a beber este amargo cáliz, del que al parecer, saldrá bien librado.
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